De ordenar el despacho a convertirse en una escalera

Este es un vídeo para que vean que aveces trabajar con chicas tan guapas y con esas botazas se hace realmente difícil. Más que nada porque cualquiera le dice algo…Está uno intentando trabajar tan tranquilo y aparece la compañera de turno con una botas realmente sexys, una faldita y refregandote en la cara…En fin, es mejor estar calladito y contemplar. Había oido que en Asia existe muy poco espacio por persona, pero aquí ya es por vicio a rozarse. A mitad del vídeo la cosa se empieza a calentar y el trabajador ya no es un casual que estaba por allí ordenando unos papeles, sino que se rebaja y adquiere una posición sumisa. ¿Quien no l o haría?

El afán de romper cosas

Una amiga llama a otra y le comenta que se acaba de comprar unas botas chulísimas. Dice que son tan buenas que son capaces de cargarse un coche. La otra suelta una sonora carcajada por el móvil. Le advierte que su pie puede quedar malherido solo dándole una patada a la rueda. Después de un “ya verás”, la chica cogió una cámara y se fue a una tienda de juguetes a comprar una maqueta de Audi. Cuando la otra amiga vio el vídeo no pudo para de reírse. Fue realmente divertido. Después de aquello, la otra amiga se compró el mismo modelo de botas. Aquí empezó una pasión por el Crush (romper objetos).

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Tu también decides en la compra de sus zapatos

Dicen que a las chicas les encanta derrochar. Igual en eso les podemos ayudar, en el sentido de que pudiendo comprar dos pares de zapatos buenos y bonitos en vez de comprar diez pares de medio pelo. Pero tenemos que pensar que igual que les gusta comprar a ellas, también nos gusta comprar a nosotros. Es más, el primero de los dos que se vuelve loco eres tú al verla con unos zapatos tan increíblemente sexys.