Ama Rebella postra a su esclavo bajo sus botas deportivas Nike blancas. Como podréis ver, Ella salta sobre él, se pone de pie, le pisa la cara en incluso le obliga, como es común en Ama Rebella, a lamerle la suela de sus botas. Era todo lo que este fetichista había pedido: ser humillado y pisoteado por una Ama dominante.
Algunas Amas como Natasha son realmente crueles. Uno de sus más fieles esclavos se ofreció voluntario para realizar lo que más le gusta a su Ama: utilizar betún para dejarle los zapatos relucientes ¡Más le vale hacerlo bien!
Generalmente Debra lleva unas botas negras de invierno, pero da la casualidad de que ahora mismo las tiene muy sucias… Afortunadamente para ella, siempre cuenta con algún esclavo sumiso que tan solo puede servirle de utilidad en una cosa: limpiarle las suelas de sus botas sucias y embarradas…
Por lo visto nunca se sabe dónde te puedes encontrar a un fetichista y cerdito como el loser que aparece en el siguiente vídeo. En este caso todo ocurre en un establo, donde a esta cruel Ama le gusta mimar a sus caballos…y humillar a sus esclavos.
Eso es. La Ama que aparece en el siguiente vídeo es una mujer de armas tomar. Crush Passion nos tiene acostumbrados a esta clase de vídeos, catalogados como Foot Domination (Dominación Femenina con los pies) el cual tiene un gran surtido de vídeos fetichistas ¡Este esclavo se acordará de los tacones de su Ama durante un largo período de tiempo…
Estas son las botas de una Ama muy caprichosa, tanto, que incluso tiene a su própio séquito de esclavos sumisos, dispuestos a pagarle todos sus lujos. Por poner un ejemplo, botas de
alta calidad, tacones, móviles, lencería… Sin embargo, cabe recalcar, que en el siguiente vídeo esta Ama financiera conoce muy bien los poderes de unas botas femeninas…
ESTO es lo que te puede pasar…
Dicen que a las chicas les encanta derrochar. Igual en eso les podemos ayudar, en el sentido de que pudiendo comprar dos pares de zapatos buenos y bonitos en vez de comprar diez pares de medio pelo. Pero tenemos que pensar que igual que les gusta comprar a ellas, también nos gusta comprar a nosotros. Es más, el primero de los dos que se vuelve loco eres tú al verla con unos zapatos tan increíblemente sexys.